Puyo, Ecuador. En medio de una escalada de crímenes que ha conmocionado a la provincia amazónica de Pastaza, el recién formado Bloque de Seguridad ha anunciado una serie de medidas drásticas para restaurar el orden. Durante una rueda de prensa, el gobernador Rolando Ramos, acompañado por los jefes de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, desglosó un plan que busca replicar en la región las estrategias de "mano dura" que ya se implementan en otros puntos del país.
El gobernador Ramos fue contundente al anunciar la activación de un despliegue operativo sin precedentes en la provincia. Las principales acciones se centrarán en:
Operativos conjuntos diarios: La Policía y las Fuerzas Armadas coordinarán misiones de seguridad a nivel provincial para reforzar la presencia estatal y disuadir a las bandas criminales.
Inteligencia y control: Se fortalecerán las labores de inteligencia de ambas instituciones para un intercambio de información constante que permita anticipar los movimientos delictivos.
Refuerzo nocturno: Se intensificarán los patrullajes motorizados en los "puntos calientes" de la provincia, especialmente en la capital, Puyo, para combatir la delincuencia organizada durante la noche.
Control de vehículos: La Policía de Tránsito se sumará a los esfuerzos con la inspección de motocicletas y otros vehículos para detectar armas, drogas o individuos sospechosos.
Retorno de unidades especializadas: Se ha solicitado formalmente el regreso de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) a Pastaza, con el fin de fortalecer la capacidad de respuesta frente a los disturbios y actos violentos.
El jefe de la Policía, coronel Santiago González, y el coronel Castro, de las Fuerzas Armadas, reafirmaron su compromiso de coordinar los esfuerzos para garantizar la seguridad de la población. Las medidas, que entrarán en vigor de forma inmediata, buscan sofocar el pánico generado por los recientes asesinatos, la explosión de un artefacto en una discoteca y el hallazgo de cuerpos calcinados.
La situación en Pastaza es un reflejo de la profunda crisis de seguridad que vive Ecuador, que en 2025 se ha convertido en uno de los países más peligrosos de la región. El Gobierno de Daniel Noboa, pese a sus esfuerzos, no ha logrado frenar una espiral de violencia atribuida a la penetración del narcotráfico y la debilidad de las instituciones. Este nuevo despliegue en Pastaza confirma la estrategia de militarización como única respuesta ante la crisis.
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