Puyo, 27 de agosto de 2025 – El gobernador de la provincia de Pastaza, Rolando Ramos, ha hecho un llamado urgente a la unidad ciudadana ante un ataque con artefactos explosivos perpetrado en la madrugada contra un centro de diversión nocturna en la llamada 'zona rosa' de Puyo, la capital provincial. En una declaración de ocho minutos difundida por Radio ETSA, Ramos detalló que el incidente ocurrió alrededor de las 3:30 a.m., cuando desconocidos lanzaron un dispositivo explosivo al establecimiento, acompañado de panfletos con amenazas explícitas, lo que apunta a un posible intento de extorsión por parte de bandas criminales.
Ramos, visiblemente preocupado, describió el artefacto como un "elemento de alto poder destructivo" fabricado de manera casera, posiblemente con materiales como dinamita o emulsión explosiva, similares a los incautados recientemente en operativos fronterizos. "Esto no es un hecho aislado; es un atentado contra la paz y la economía local", afirmó el gobernador, quien asumió el cargo en diciembre de 2023 bajo el mandato del presidente Daniel Noboa. Según sus palabras, el explosivo causó daños materiales en la fachada del local, pero no se reportaron heridos graves, gracias a que el establecimiento ya había cerrado sus puertas. No obstante, el pánico se extendió entre los vecinos y propietarios de la zona, un área vibrante de bares y discotecas que atrae a turistas y locales en la Amazonía ecuatoriana.
El gobernador enfatizó que los panfletos encontrados en el sitio contenían demandas de pago –conocidas como 'vacunas' en el argot criminal– bajo amenaza de más ataques. "Estos cobardes buscan sembrar el terror para extorsionar a nuestros emprendedores, pero no lo permitiremos", declaró Ramos, revelando que la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas ya han iniciado una investigación conjunta, con el despliegue de expertos en explosivos para analizar el dispositivo y rastrear su origen. Fuentes policiales consultadas por este diario indican que se sospecha de vínculos con grupos delictivos transfronterizos, posiblemente relacionados con el narcotráfico que opera en las porosas fronteras con Perú y Colombia.En su extensa intervención, Ramos no escatimó en detalles sobre el contexto más amplio de inseguridad en Pastaza, una provincia de unos 100.000 habitantes marcada por su biodiversidad y comunidades indígenas como los shuar y waorani. Mencionó que este ataque se suma a una serie de incidentes recientes, incluyendo extorsiones a comerciantes y sabotajes ambientales, como el incendio provocado en Arajuno reportado la semana pasada. "Hemos visto un incremento en estas prácticas delictivas, influenciadas por la crisis nacional de violencia", señaló, aludiendo a la declaración de estado de excepción en Ecuador desde enero de 2024 para combatir bandas como Los Choneros o Los Lobos.
Para contrarrestar la amenaza, el gobernador anunció medidas inmediatas: un refuerzo de patrullajes en la 'zona rosa', reuniones con propietarios de locales para implementar protocolos de seguridad, y la instalación de cámaras de vigilancia adicionales en coordinación con el Ministerio del Interior. Además, hizo un llamado a la ciudadanía para que denuncie cualquier sospecha a través del 911, enfatizando la importancia de la colaboración comunitaria. "La unidad es nuestra mejor arma; juntos, defenderemos Pastaza de estos criminales", proclamó Ramos, invocando el espíritu de resiliencia amazónica y recordando iniciativas locales como los planes de prevención de riesgos que ha impulsado desde su maestría en gestión pública.
Este episodio se inscribe en la ola de violencia que azota Ecuador, con más de 4.000 muertes violentas registradas en 2024 según datos oficiales. En la Amazonía, regiones como Pastaza enfrentan desafíos adicionales por el tráfico de armas y drogas, exacerbados por la proximidad a conflictos armados en Colombia, donde disidencias de las FARC han intensificado atentados con explosivos. Solo en las últimas semanas, incautaciones en Carchi y El Oro han revelado cargamentos de material explosivo destinado a actos terroristas, lo que ha alertado a autoridades ecuatorianas sobre posibles infiltraciones.Organizaciones internacionales como Human Rights Watch han criticado la respuesta gubernamental, señalando que las medidas de excepción han generado abusos, aunque en Pastaza, Ramos defiende un enfoque equilibrado que prioriza la protección de derechos indígenas y el turismo sostenible. Por ahora, la 'zona rosa' de Puyo opera con cautela, con algunos locales cerrando tempranamente, mientras la investigación avanza. El gobernador prometió actualizaciones en las próximas horas, reiterando que "no cederemos ante el miedo". En una región donde la naturaleza y la cultura shuar conviven con amenazas modernas, este ataque subraya la urgencia de una estrategia integral para restaurar la paz.
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