La intervención de Tamayo se produce en un contexto de creciente alarma en Ecuador, donde la violencia ligada al narcotráfico y las pandillas ha alcanzado niveles inéditos. Según datos del Ministerio del Interior, solo en 2024 se registraron más de 8.000 homicidios, un récord que ha llevado al presidente Daniel Noboa a declarar el estado de excepción en varias ocasiones y a militarizar prisiones. Pastaza, la provincia amazónica donde se emitió la entrevista, no escapa a esta realidad: invasiones de tierras y conflictos territoriales agravan la percepción de inestabilidad.
Un problema arraigado en el pasado
Tamayo insiste en que la crisis actual no es un fenómeno reciente. "Lo que estamos pasando no es actual. Debemos ser muy claros en eso. Esto ha sido un proceso de larga data, un proceso que se ha venido dando en casi todos los gobiernos, varios gobiernos que en un momento descuidaron, no consideraron la seguridad para los ciudadanos como un tema fundamental", declaró en la entrevista. Para ilustrar su punto, rememoró una iniciativa personal de 1992, cuando, siendo teniente, propuso públicamente la inclusión de la seguridad como materia obligatoria en escuelas y colegios. "Pedí que se establezca en todos los colegios y escuelas a nivel nacional una malla curricular para que se enseñe la seguridad como materia", explicó, lamentando que la propuesta no recibiera apoyo ni de los gobiernos ni del mando policial.
El ex coronel vincula directamente estas omisiones a decisiones políticas concretas. Citó el discurso del expresidente Rodrigo Borja en Pastaza, donde anunció la entrega de 300.000 hectáreas a comunidades indígenas sin establecer mecanismos de control adecuados. "Allí empezaron a resbalar las medidas de seguridad porque ni siquiera se estableció el cómo, el dónde y el porqué del incidente, sino un discurso político que generó lo que ahora tenemos en varias partes invadidas", afirmó Tamayo. Añadió que, durante el gobierno de Rafael Correa, se concedieron otras 250.000 hectáreas en la misma región, exacerbando los problemas territoriales que, a su juicio, han fomentado la inseguridad.
Crítica a los pactos con bandas criminales
Uno de los puntos más controvertidos de la entrevista fue la referencia a los acuerdos con pandillas durante la era Correa. Tamayo aludió al "pacto con los Latin Kings y con muchas de las pandillas", una estrategia que, según él, se presentó como un medio para lograr la paz pero que considera errónea. "Cada quien tiene su concepto. Mi concepto, por supuesto, no es hacer pactos con las pandillas. Personalmente lo digo claramente: la pandilla, ya organizada para el delito, para ir en contra de la seguridad, debe ser controlada", enfatizó.
En lugar de negociaciones, Tamayo aboga por un enfoque represivo y preventivo basado en el fortalecimiento institucional. "Controlarla a través de las leyes, fortaleciendo las instituciones de seguridad encargadas, sean las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional o los Consejos de Seguridad Ciudadana. Todos tienen que unirse y trabajar en equipo", propuso. Subrayó la necesidad de una "cultura de seguridad" que involucre a la ciudadanía, advirtiendo que sin este cambio cultural, las medidas puntuales serán insuficientes.
Llamado a la acción colectiva
La entrevista concluye con un llamado a la unidad, aunque el ex coronel no escatima en críticas al desinterés histórico de la sociedad. "Los ciudadanos tampoco consideraban la seguridad como prioridad", reflexionó, insistiendo en que "la clave de esto es que los ciudadanos entiendan que debe haber" –una frase que deja entrever la urgencia de un compromiso colectivo.
Las declaraciones de Tamayo resuenan en un Ecuador polarizado, donde el gobierno actual ha intensificado operativos contra el crimen organizado, pero enfrenta acusaciones de abusos y falta de resultados sostenibles. Expertos consultados por ETSA coinciden en que, si bien las políticas pasadas contribuyeron al deterioro, la infiltración del narcotráfico –con carteles mexicanos como Sinaloa y Jalisco Nueva Generación operando en el país– representa un desafío global que requiere cooperación internacional.
Mientras tanto, en provincias como Pastaza, la inseguridad se manifiesta en robos, extorsiones y disputas por tierras, afectando especialmente a comunidades indígenas y rurales. La voz de Tamayo, un insider del sistema policial, añade peso a los debates sobre reformas urgentes, aunque sus propuestas conservadoras podrían chocar con enfoques más progresistas que priorizan la reinserción social sobre la mera represión.
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