El incidente, que ha requerido la intervención de la policía municipal, subraya las tensiones que persisten en la zona, especialmente mientras se espera la construcción de un nuevo mercado, un proyecto valorado en 4 millones de dólares y que cuenta con la aprobación del Banco del Estado.
Los agricultores, que han vendido sus productos en el área por más de seis décadas, argumentan que necesitan un lugar para almacenar sus equipos y mesas. Óscar Fredy Guamante Saaca, uno de los agricultores afectados, explicó que la falta de un espacio de almacenamiento es su principal problema. A pesar de pagar una tarifa de 1.50 dólares por puesto en la feria, aseguran no recibir a cambio ningún beneficio, lo que los ha llevado a dejar de pagar el arancel.
El conflicto escaló cuando un grupo de personas, identificadas por otros vendedores como ajenas a la comunidad de agricultores legítimos de Pastaza, intentó ingresar por la fuerza al edificio del CNH para usarlo como bodega. Esta acción generó la indignación de la comunidad y los comerciantes, quienes defienden el uso del espacio para los niños. Un representante de las organizaciones de agricultores afirmó que habían recibido un permiso verbal de un abogado municipal para acceder al lugar, argumentando la necesidad de guardar mesas de metal y maquinaria pesada.
El incidente destaca la urgencia de una solución permanente para los agricultores del cantón, quienes buscan un espacio digno y seguro para sus actividades mientras se desarrolla la transición hacia el nuevo proyecto de mercado.
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